¿Qué es la miomatosis uterina?
La miomatosis uterina son miomas o fibromas (tumores benignos y frecuentemente asintomáticos) que aparecen en la matriz de la mujer. En ocasiones (menos de un 1% de los casos) estos tumores benignos se vuelven malignos.
Estos miomas, en función de donde se localizan, tienen la siguiente clasificación:
- Intramurales. Se localizan en la pared muscular del útero y puede provocar problemas de infertilidad si su tamaño supera los 4 cm.
- Submucosos. Se encuentran en la superficie del revestimiento uterino y puede afectar a la implantación del embrión.
- Subserosos. Se encuentran en la cubierta externa del útero y en términos generales, no provoca problemas de fertilidad, como en el caso de los intramurales.
Se consideran que son los tumores más frecuentes de la mujer en edad fértil, aunque se desconoce a ciencia cierta cuál es su incidencia real ya que la mayoría de las mujeres no presenta síntomas o si los presentan los asocian a síntomas comunes de su ciclo menstrual.
En la mayoría de los casos, cuando aparecen estos miomas, se desarrolla más de uno, aunque también puede aparecer únicamente uno, pero es menos común. Se suele diagnosticar en la tercera y cuarta década de la vida de una mujer; en la pubertad son muy raros y después de la menopausia no aparecen nuevos. Si cuando una mujer alcanza la menopausia ya tenía miomas, es posible que éstos reduzcan su tamaño (esto es debido a la progesterona). En caso de que después de la menopausia aparecieran nuevos, habría que analizar si se trata de tumores malignos.
¿Cuáles son las causas de la miomatosis uterina?
No se sabe a ciencia cierta qué es lo que causa los miomas pero se cree que podrían ser alguna o algunas de las siguientes opciones:
- Las propias hormonas del cuerpo.
- Los genes (pudiendo ser hereditario).
- Mala alimentación. Falta de vitamina D, obesidad, o consumo de alcohol están relacionados con la aparición de estos tumores.
- La raza. Las mujeres de raza negra tienen más probabilidades de desarrollar miomas uterinos que mujeres de otras razas.
Síntomas de la miomatosis uterina
Estos miomas no dependen de su tamaño para determinar el grado de molestia o de síntomas que puedan provocar, algunos miomas muy grandes pueden no manifestar síntomas y otros muy pequeños pueden provocar muchos problemas. Depende primordialmente de donde se ubiquen.
Los miomas subserosos suelen manifestar pocos síntomas, mientras que los intramurales o los submucosos son todo lo contrario.
Entre los síntomas más frecuentes destacamos:
- Abundante sangrado menstrual. Pueden provocar anemia en caso de ser muy severos.
- Sangrado irregular. Pueden llegar a afectar la calidad de vida de la mujer.
- Dolor en la pelvis. Se trata de un dolor durante o entre las menstruaciones. Cuando los miomas están localizados en la parte posterior de útero provocan dolor en la espalda a la altura de las lumbares. Cuando están por delate, pueden comprimir la vejiga.
- Problemas para conseguir el embarazo. El 80% de los casos de infertilidad por factor uterino se deben a la presencia de miomas uterinos intramurales o subserosos.
- En ocasiones pueden generar complicaciones durante el embarazo:
- Aumenta el riesgo de aborto espontáneo.
- Aumenta el riesgo de un parto prematuro, debido a la falta de espacio en el útero.
- Aumenta la posibilidad de retardo de crecimiento fetal.
- Puede haber obstrucción del canal cervical y del trabajo de parto.
- Aumenta el riesgo de hemorragia en el postparto.
¿Cómo se diagnostican los miomas?
Se realiza un examen físico ginecológico a la paciente y junto con una entrevista se podrá realizar una primera aproximación diagnóstica. Acompañado de una ecografía pélvica transvaginal se podrá determinar la ubicación y la cantidad de miomas presentes en el útero de la paciente.
¿Cuáles son los tratamientos para la miomatosis uterina?
Los miomas se tratan en general cuando las molestias que ocasionan afectan a la calidad de vida de la mujer, es decir, cuando las menstruaciones son muy dolorosas o muy abundantes o cuando no consiguen quedarse embarazadas por la presencia de estos miomas.
En algunos casos se recurre a la cirugía para extirpar los miomas y en otras ocasiones es suficiente con paliar los síntomas, por lo que se recomienda seguir las recomendaciones del especialista, ya que cada paciente tendrá un tratamiento diferente en función de sus circunstancias.
La principal recomendación es realizar un seguimiento periódico a través de ecografías, para mantener controlada la evolución del mioma.
Entre los tratamientos que utilizan los ginecólogos para paliar los síntomas encontramos:
- Dispositivos uterinos para segregar progestágenos (una hormona femenina), que reducen el sangrado cuando es abundante.
- Medicación específica para bloquear algunos receptores de progesterona en el mioma.
- Suplementos de hierro en caso de presentar anemia.
- Análogos de la GnRh, que es una hormona esencial para el correcto control del sistema reproductor, que permite bloquear la síntesis entre la hormona estradiol y progesterona. Esta opción tiene un efecto secundario: provoca una menopausia transitoria.
Entre los tratamientos quirúrgicos encontramos:
- Laparotomía. Se recurre a ella cuando los miomas son muy grandes o muy numerosos. Es la forma tradicional de extraer los miomas y también la más invasiva. Requiere hospitalización y la recuperación es lenta.
- Laparoscopia. Este procedimiento es ambulatorio, casi indoloro y de muy rápida recuperación. Consiste en realizar pequeños orificios en el abdomen por donde se introduce una cámara así como los instrumentos especiales necesarios para retirar los miomas.
- Histeroscopia. Este procedimiento no requiere ningún tipo de incisión. Consiste en introducir un instrumento delgado por el cuello del útero para ir retirando los miomas submucosos por vía vaginal.
- Embolización de miomas. Es un proceso ambulatorio, mínimamente invasivo, que no requiere incisiones. Consiste en bloquear el flujo de sangre del mioma, matándolo y provocando que los síntomas desaparezcan.
Para concluir, los miomas uterinos son un tipo de tumor benigno que no suele presentar complicaciones pero ante cualquier síntoma debemos consultar a un especialista.