¿Crees que puedas tener un embarazo de alto riesgo? Obtén información con nosotros. Somos especialistas.
Un embarazo de alto riesgo se considera así a aquel embarazo en el que existe una probabilidad más alta de la habitual de que se presentan problemas de salud antes o después del parto ya sea en él bebe o en la mamá. Por lo general se recomienda un seguimiento más controlado y atención medica especial durante y después del embarazo.
Factores de riesgo.
Es posible que el embarazo de alto riesgo sea el resultado de un problema médico preexistente y en otros casos una afección médica que se desarrolla durante el propio embarazo.
Algunos factores que pueden resultar en un embarazo de alto riesgo.
- Edad avanzada. Los riesgos son mayores para las madres que se embaracen después de los 35 años.
- Malos hábitos. Fumar, beber alcohol en exceso, consumo de drogas y estupefacientes pueden aumentar el riesgo de un embarazo.
- Problemas de salud preexistentes. Presión arterial alta, obesidad, diabetes, epilepsia, enfermedades de la tiroides, trastornos cardiacos, trastornos sanguíneos, asma mal controlada, infecciones pueden aumentar el riesgo en el embarazo.
- Complicaciones en el embarazo. Puede darse el caso de que se produzcan algunas complicaciones en el embarazo y que puedan suponer un riesgo, por ejemplo, que la placenta presente una posición anormal o que .se presente un crecimiento fetal inferior al percentil 10 para la edad gestacional (lo que se conoce como restricción del crecimiento intrauterino). También incluimos en las complicaciones en el embarazo la sensibilización al factor Rh, que puede presentarse cuando tu grupo sanguíneo tiene un RH negativo y el de tu bebé es Rh positivo.
- Embarazo múltiple. Para las mujeres que están embarazadas de gemelos o de más de dos bebés, los riesgos que se pueden presentar son mayores en comparación a un embarazo de un solo bebé.
- Embarazos previos. Si has estado embarazada anteriormente y esos embarazos resultaron en partos prematuros, con el nuevo embarazo tienes un mayor riesgo de tener también un parto prematuro. Además, si tuviste en embarazos anteriores trastornos de hipertensión relacionada con el embarazo, como la preclampsia, también existe un riesgo mayor de tener el mismo diagnóstico en tu próximo embarazo. Debes informa a tu médico sobre tus antecedentes obstétricos.
¿Qué tengo que hacer para tener un embarazo saludable?
Lo más importante de todo, tanto si tu embarazo es de riesgo como si buscamos evitar que el embarazo se convierta en uno de riesgo, hay que seguir 3 pautas básicas:
- Programa una cita previa a la concepción. Cuando quieras empezar a buscar quedarte embarazada, haz una cita con tu médico, de tal manera que te pueda aconsejar si debes tomar ácido fólico o que alcances un peso saludable antes de quedarte embarazada. También podrá analizar algún riesgo de pueda surgir en el embarazo en función a tu historial médico.
- Recibe atención médica prenatal de manera regular. Acude a consultas médicas prenatales de manera regular, de manera que tu médico pueda controlar el progreso del embarazo. En caso de ser necesario, podrá remitirte a un especialista en medicamentos materno-fetales, genética, pediatría u otras áreas.
- Evita las sustancias riesgosas. Nada de fumar, alcohol y/o drogas ilícitas. Habla con tu médico sobre cualquier suplemento que estés tomando sin receta, así como cualquier medicamento.
¿Es necesario que me realice pruebas especiales?
Dependiendo de las circunstancias, tu médico te podría recomendar:
- Ecografía especializada o con diana específica. Este tipo de ecografía fetal se utiliza cuando se sospecha que hay un problema como puede ser un desarrollo anormal. Se utilizan ondas de alta frecuencia para generar imágenes del bebé en el útero.
- Análisis para detección de ADN fetal libre. Se utiliza para detectar un mayor riesgo de que el bebé padezca ciertos problemas cromosómicos. Éste procedimiento consiste extraer ADN de la madre y del feto.
- Análisis genético invasivo. Tu médico podría recomendar la amniocentesis o la muestra de vellosidades coriónicas. La amniocentesis consiste en extraer del útero una muestra del líquido que rodea y protege al bebé (líquido amniótico). Normalmente, la amniocentesis se realiza en el segundo trimestre (después de la semana 15 de embarazo). Esta prueba permite identificar determinadas afecciones genéticas así como anomalías graves del cerebro o de la médula espinal (defectos del tubo neural).Para la muestra de las vellosidades coriónicas se extrae una muestra de células de la placenta. Ésta prueba se realiza entre las semanas 10 y 12 de embarazo y puede identificar algunas afecciones genéticas.
- Ecografía de longitud de cuello del útero. Tu médico podría solicitar una una ecografía para medir la longitud de tu cuello del útero con el objetivo de verificar si corres riesgo de tener un parto prematuro.
- Análisis de laboratorio. Tu médico te hará un análisis de orina para detectar infecciones de las vías urinarias así como un examen para detectar enfermedades infecciosas como el VIH y la sífilis.
- Perfil biofísico. Se utiliza para verificar el bienestar del bebé a través de una ecografía. Dependiendo de los resultados se hará también un control de la frecuencia cardíaca fetal.
Has de saber que algunas de estas pruebas que hemos comentado, como la amniocentesis y la muestra de vellosidades coriónicas, suponen un ligero riesgo de aborto espontáneo. Por ello, la decisión final de realizar éstas pruebas es tuya y de tu pareja. Tu médico te informará sobre los riesgos y beneficios de cada una de las mismas.
¿Necesito saber algo más sobre embarazos de alto riesgo?
Es necesario que hables con tu médico sobre cómo manejar cualquier afección médica que experimentes durante el embarazo así como los riesgos del trabajo de parto si tienes un embarazo de alto riesgo. Contacta con tu médico si presentas lo siguiente:
- Disminución de la actividad fetal
- Mareos
- Dolores de cabeza intensos
- Dolor o calambres en la parte inferior del abdomen
- Fiebre o escalofríos
- Pensamientos sobre lastimarte a ti misma o a tu bebé
- Sangrado vaginal o secreción vaginal acuosa.
- Dolor o sensación de ardor al orinar
- Cambios en la vista, incluida visión borrosa
- Vómitos o náuseas persistentes
- Hinchazón repentina o severa en la cara, las manos o los dedos
Si tienes un embarazo de alto riesgo es importante mantener una actitud positiva mientras tomas medidas para tener un embarazo saludable.